En las pasadas elecciones celebradas el 16 de mayo no ganó el PLD, tampoco ganó Leonel Fernández, sencillamente venció el Estado, el clientelismo, la ambición y el poder. De igual manera venció la ignorancia del pueblo dominicano, que pone en riesgo el porvenir de la colectividad por un cargo o una dadiva que a fin de cuentas no resuelve los problemas del país. Mientras no se les de paso a los partidos minoritarios, algunos con propuestas serias, seguiremos en el mismo circulo vicioso, los partidos mayoritarios han demostrado que no saben gobernar, ¿para qué seguirle dando la oportunidad?
Por lo que se vislumbra seguirá así por muchos años, aproximadamente el 74% de la población dominicana vive en la pobreza, los cuales piensan de la siguiente manera: “si yo le voy a dar mi voto a alguien para que robe, yo tengo que recibir algo a cambio”. Lo que refleja la percepción que tienen del flagelo de la corrupción.
Quiera Dios que puedan tener la conciencia tranquila los que catapultaron este país al abismo.