Por: Johan Guzmán
19 de Junio 2015
Es increíble ver como
muchos dominicanos muestran su marcada xenofobia contra los haitianos, dicen
muy convencidos y con una determinación pasmosa que hay que sacarlos a todos de nuestro
territorio. Como sin con esta medida se resolvieran todos los problemas que
desde antaño arropan a la sociedad dominicana. Ojala la migración haitiana
fuera nuestro único problema.
Me encantaría que
estos fervientes patriotas que tenemos en la República Dominicana hablaran con
tanto ahínco de la soberanía nacional, pero sin discriminación; sin país
seleccionado, sin color de piel. Ojala
fueran tan diligentes para atacar a Estados Unidos contra la reiterada injerencia
a nuestra nación.
Sería interesante ver
a estos patriotas luchar con esa efervescencia contra los grandes problemas
estructurales que agobian nuestra sociedad; la institucionalidad, la justicia, salud,
educación, agua potable y los interminables apagones.
Así como son tan
bravos para exigir repatriación de los inmigrantes haitianos deberían hacerlo
con los gobiernos que durante décadas han permitido el cruce de ellos por
nuestra frontera gracias a las mafias que se dedican al tráfico de personas en
contubernio con las propias autoridades.
Que bueno sería si con
esa delirante pasión exigieran a la clase empresarial – sobretodo el sector
construcción- que se lucra con la mano de obra barata de estos inmigrantes a
solo poner a trabajar a extranjeros debidamente regularizados por el Estado
Dominicano.
La situación no se
resuelve arrastrándonos por las ramas, hay que ir a la raíz del problema. El
Estado Dominicano debe definir una clara política migratoria sin distinción de
países ni colores, así como también detener la mafia operante que se dedica al tráfico
de personas hacía nuestro país. Solo de esta manera podremos evitar el círculo
vicioso que se ha repetido durante tantos años.