martes, 23 de octubre de 2012

DANILO MEDINA Y EL ARTE DE HACERSE LA VICTIMA

Todos hemos visto como el presidente Danilo Medina reproduce constantemente la psiquis de la victima, parece una marioneta sacada de una comedia burlesca. Siempre en el papel de la victima, el inocente que no sabe lo que se entrelaza a su alrededor, el indefenso mas débil, el clérigo, el lacayo.

Personalidades todas fingidas, como buen actor de circo las interpreta a la perfección. Pero no todos creemos en su burdo teatro, su faceta de mitómano es bien conocida.

Cuenta este señor que para el la Reforma Fiscal es un “trago amargo”, sin embargo era bastante dulce el hecho de que se usaran todos los recursos del Estado y un poco mas para poder terciarse la ñoña.

¿Acaso no se entero “la victima” cuando Leonel Fernández dijo en una reunión privada en Nueva York con dirigentes peledeístas, que invertiría 40 mil millones de pesos en la campaña electoral reparando calles y carreteras y ejecutando otros programas para hacer inclinar la balanza a favor del candidato oficialista?

¿Acaso no estaba “el indefenso” de acuerdo con toda la parafernalia, el festín, y el dinero que se utilizaba en las caravanas y demás practicas para el derroche de recursos?

¿No sabe “el clérigo” todo el dinero que se puede ahorrar al gasto publico con eliminar todos los asesores innecesarios, reducir los altos sueldos de los funcionarios y sus beneficios colaterales?

Seguimos esperando la subasta de los vehículos de alto cilindraje que posee el Estado (soñar no cuesta nada).

¿No se da por enterado “el más débil” que la corrupción se traga millones de pesos del erario público?

No se ha sometido al primer corrupto, pero claro…

Si no hay voluntad política para ello, la mejor muestra es quienes están en las dependencias para prevenir y perseguir la corrupción.

¿No conoce el lacayo como se produjo el déficit fiscal que hoy cargamos todos los dominicanos?

Por supuesto que lo sabe, pero parte de todo ese hoyo fue provocado a través del clientelismo, la compra de conciencias y la manipulación mediática para comprar la silla presidencial, y desde ahí seguir siendo el títere de quien aun ostenta el verdadero poder en la empresa PLD.

Hay que ser muy ilusos para creer que el circo va a cambiar con los mismos actores.

Es la misma partidocracia, la que actúa de acuerdo a sus intereses particulares.

¿El Pueblo? Que continúe expectante en primera fila viendo sus actos malévolos.

Ese es su deseo…

Mas tenemos que empoderarnos, resistirnos, movilizarnos y decir con acciones contundentes que no nos creemos ni un poquito su teatro.