Por: Geny Lozada
Actualmente en el país se discute si se modifica o no la Constitución para que Danilo Medina pueda reelegirse. Se hacen grandes discusiones entre quienes levantan la bandera de 4 años más para el actual presidente y quienes se oponen. Se hace un circo de la vida política de una nación en la cual la derecha (PRSC, PRD y PLD) se ha reelegido desde hace más de 50 años de "democracia", después de la muerte del tirano.
En más de 5 décadas de sus gobiernos no pueden exhibir la solución de ninguno de los problemas estructurales de nuestro país. Su nivel de irresponsabilidad y de corrupción es tal que ni siquiera sus propias leyes burguesas han podido cumplir. Han sido muy diligentes y astutos en mantener un sistema político que los privilegia. Ni siquiera cuando abiertamente se han hecho fraude entre ellos se han atrevido a desconocer los resultados de una Junta Central Electoral, que siempre ha dado mucho de qué hablar.
En algunos países de América Latina, hemos visto las reelecciones de varios presidentes/as, al mismo tiempo que exhiben avances, mejorías o reales transformaciones en sus pueblos. En algunos casos, han obtenido el reconocimiento de organismos internacionales, y hasta de agencias de inteligencia, de los buenos resultados de sus políticas públicas, a las cuales estos gobiernos progresistas o de izquierda o revolucionarios no le hacen la menor gracia, le trancan el juego.
Sin embargo, en República Dominicana se ha ratificado la pobreza, la inseguridad, el desempleo, la deuda, la falta de viviendas, de salud y educación de calidad; poco acceso a la cultura, la mentira, la manipulación mediática, el clientelismo, la mafia, la corrupción, la impunidad, …
La actual administración pretende jugar con la inteligencia colectiva al querer mostrar una realidad que no existe. El pasado 27 de Febrero en su rendición de cuentas el presidente decía: Se han creado miles de empleos formales. El dato no es creíble, pues el desempleo urbano abierto pasó de 6.5% en 2012 a 6.8% en 2014. (Datos tomados de la CEPAL. “Balance de las Economías de América Latina y el Caribe 2014”)
Dijo que el poder adquisitivo de la población ha mejorado. Sin embargo, el 70% de la población que labora en el sector formal sigue ganando menos del salario promedio mensual, que apenas llega a 19,000 pesos. Aunque Medina, declaró que con 10 mil pesos, no se puede vivir, no porque haya inflación, sino porque con esos salarios tan bajos la gente no tiene poder de compra, en Agosto 2014.
En el sector informal el salario es menor. Esos porcentajes eran los mismos en 2012 y en años anteriores. Nada ha cambiado a favor del salario. (Datos tomados de la CEPAL. “Balance de las Economías de América Latina y el Caribe 2014”)
En el sector agricultura, quiso mostrar datos realmente muy cuestionables como que 133 municipios viven de la agricultura, es decir casi todos. Pero resulta que el 67% de la población dominicana vive en las ciudades. De lo que vive la gente es de la actividad comercial y de servicios, pues la producción de bienes ha perdido terreno en el PIB nacional.
Aunque muchas de las cosas que dijo con debatibles, más preocupantes son sus silencios.
El presidente no habló de la deuda externa. Esa es una omisión muy rara. La deuda externa creció 21% entre 2012 y 2014, al pasar de 12,872 millones de dólares a 15,642 millones en 2014. La emisión de bonos internacionales pasó de 750 millones en 2012 a 3,300 millones en los años 2013-2014. O sea, ha crecido 340% durante su mandato. (Datos tomados de la CEPAL. “Balance de las Economías de América Latina y el Caribe 2014”)
El ritmo de crecimiento de la deuda es peligroso para las finanzas públicas, pues lo destinado a su pago es el mayor rubro del presupuesto. Este año (2015) el pago de amortización de la deuda (82,000 millones de pesos) y el pago de intereses (88,000 millones) suman 170,000 millones, que representan el 27% del presupuesto total, más que los 119,000 millones destinados a educación (18%) y mucho más que los 61,000 millones destinados a salud (10%). Datos tomados del Presupuesto Nacional 2015
Al parecer, en el país donde vive el Presidente Medina la corrupción no existe o es un mal superado, pues tampoco hizo alusión a la corrupción pública y privada, cuyo impacto es muy negativo en las finanzas públicas y en las demás esferas de la vida nacional. Un tema tan grave como ese no debe ser obviado por el presidente, a menos que se entienda que en esta materia anda todo bien. Aunque siendo razonables, es difícil que lo haga cuando en la esencia no se distingue de gestiones pasadas.
Cambiar la penosa situación por la que atraviesa nuestro país, requiere de compromiso, de una ruptura con lo tradicional y trasnochado, requiere un cambio de político para un cambio de rumbo y eso no lo garantizan quienes siempre nos han gobernado.
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