viernes, 16 de agosto de 2013

¿VIVIMOS REALMENTE EN UN ESTADO DE DERECHO?

Eso a lo que llamamos Derecho funciona en nuestras sociedades capitalistas como un instrumento de los poderosos para ser aún más poderosos, un instrumento de los ricos para ser aún más ricos y, también, un instrumento de los ricos y los poderosos para extirpar cualquier brote de rebeldía o de resistencia por parte de la ciudadanía.

Algo va mal en eso que llamamos derecho cuando resulta tan difícil mantener en la cárcel a los criminales que tienen más de un millón de euros, mientras que la gente pobre pasa años en la cárcel en espera de juicio. Hay algo mal planteado en el edificio del Derecho cuando resulta que es legal, en un mundo en el que la mitad de la población mundial sobrevive con menos de dos dólares diarios, que Bill Gates haya amasado una fortuna de unos cincuenta mil millones de dólares. Un sencillo cálculo nos permite averiguar que Bill Gates, sin necesidad de cometer en principio ningún delito, tiene en el bolsillo una riqueza que a la mitad de la población mundial le costaría 68 millones de años de trabajo conseguir (suponiendo, claro, que no se gastasen nada, ni en comer, durante ese tiempo). Aquí hay algo mal planteado seguro, no cabe duda. Ahora bien, lo único que podemos decir es que no hay derecho a que el Derecho sea eso. Ese derecho defectuoso e impostor puede y debe ser corregido con más derecho. El Derecho lleva en su interior el criterio para efectuar esas correcciones, otra cosa es que los poderosos logren constantemente evitarlo.


(Libro: Educación para la Ciudadanía. Autores: Carlos Fernández Liria, Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, 2007)

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